"El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios" (1Juan 5:10-13).
La Biblia enseña que cuando una persona se arrepiente para con Dios y recibe al Señor Jesucristo por fe, YA ES SALVA. La salvación de Dios refleja a Dios en todas sus cualidades. La salvación es completa y terminada y no depende de obras ni es necesario mantenerla por obras (Gálatas 2:16). Debemos aceptar la Palabra de Dios y no las opiniones de los hombres. Consideremos en seguida algunas pruebas bíblicas de la seguridad de la salvación.
1. LA DEFINICIÓN DE LA VIDA ETERNA--Vida sin fin; que nunca termina. "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida ETERNA...El que cree en el Hijo tiene vida ETERNA; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él...De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida ETERNA; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" (Juan 3:16,36; 5:24).
2. EL CREYENTE ES HECHO UN HIJO DE DIOS--"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12). "Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús" (Gálatas 3:26). "Para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos" (Gálatas 4:5). "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él" (1 Juan 3:1). Un hijo por su conducta puede traer desgracia al nombre de su familia pero jamás deja de ser un hijo. Así es nuestra posición y relación en Cristo.
3. LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD DEL CREYENTE NO ES UNA DOCTRINA PELIGROSA--Según algunos, si el discípulo del Señor es salvo por toda la eternidad, entonces, ¿por qué no entrar en el pecado y hacer todo lo que uno quiere? La regeneración o el nuevo nacimiento de un creyente cambia los deseos de su corazón. El discípulo verdadero no seguirá viviendo practicando el pecado, porque la naturaleza de Dios ahora mora en él. La Biblia declara: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17). Los deseos del creyente han sido transformados y hay nuevos deseos. Las cosas que antes amó ya las odia, las cosas que antes odiaba, ya son amadas. Si esta no es su experiencia, usted no es salvo y necesita arrepentirse y recibir por fe a Cristo Jesús como su Señor y Salvador.
4. UN VERDADERO HIJO ES CASTIGADO CUANDO PECA--"Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos" (Hebreos 12:6-8). Si una persona puede cometer pecado y no sufrir el castigo de Dios, es una manifestación que no es salva. El verdadero hijo de Dios es castigado por Dios cuando hay pecado en su vida. Si resiste el castigo, y es rebelde, el castigo puede ser hasta la muerte pero la persona no pierde su salvación. Primera a los Corintios 5:5 se refiere a un miembro de la iglesia en Corinto que estuvo en pecado. "El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús". También en esta misma iglesia había miembros que no tomaban correctamente la cena del Señor y por castigo de Dios estaban enfermos y algunos murieron. "Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen" (1 Corintios 11:30).
5. EL CREYENTE ESTA SEGURO EN EL PODER DE DIOS--El cristiano no tiene que aguantar o tratar de mantener su salvación. "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre" (Juan 10:28-29). El creyente se encuentra guardado entre dos manos. Las manos de Cristo y las manos de Dios el Padre son bastante poderosas y nadie lo puede arrebatar de allí. "Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día" (2 Timoteo 1:12). "Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo" (Filipenses 1:6). "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo" (2 Timoteo 2:13).
6. EL SACRIFICIO POR EL PECADO HA SIDO CONSUMADO--Cuando Cristo murió en la cruz del Calvario, pronunció las palabras: "Consumado es" (Juan 19:30). El significado de estas palabras es que CRISTO por su muerte en el madero había terminado todo lo que Dios demandaba para la salvación eterna del hombre. La obra de la salvación ya ha sido terminada. El hombre no puede añadirle nada a la obra completa de Dios. Lo único que el hombre puede hacer por la salvación es creer, tal como nos enseña Juan 6:28-29: "Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado".
Si fuera posible perder la salvación por el pecado en la vida, sería mejor matar a los discípulos del Señor inmediatamente después de su profesión de fe, antes que tengan la oportunidad de perderla nuevamente. Pero, gracias a Dios, esto no es necesario. La doctrina que uno es salvo hoy, y perdido mañana es anti-escritural. Esta doctrina da motivo para que el hombre no se gloríe en sí mismo..."Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros pues es don de Dios: No por obras para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9). "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor" (1 Corintios 1:30-31).
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