Aunque no se ha mencionado el don de profecía con los otros dones de señal en Marcos 16, hay unos elementos del don de profecía que eran temporales. La profecía se debe entender en sus dos aspectos bíblicos: predecir y proclamar.
1. El aspecto de la profecía de predecir ya se ha acabado (1 Corintios 13:8).
“El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”.
2. El aspecto de predecir se acabó cuando lo que era perfecto había llegado, es decir, al completarse la Palabra de Dios (Apocalipsis 22:17-18; 2 Timoteo 3:16-17).
Hoy en día el ejercicio del don de profecía se limita al hecho de proclamar la Palabra de Dios, denunciar el pecado y el error. Es un don de Dios tener la capacidad de persuadir por predicar la Palabra de Dios, para manejarla a descubrir lo escondido y traer la conciencia del hombre a la luz de la presencia de Dios.
3. La única fuente de profecía para consideración digna es la Palabra de Dios, la Biblia.
2 Pedro 1:19-21
“Tenemos también la
palabra profética más segura, a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta
que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía
fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
EL EJERCICIO DEL DON DE PROFECÍA SE LIMITA A LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
El don de profecía es mencionado entre los dones espirituales permanentes (Romanos 12:6-8).
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.
En estudios del uso del don de profecía en el Nuevo Testamento manifiesta el don de ser:
1. La Predicación Bíblica--Es el ministerio de proclamar la Palabra de Dios.
Romanos 12:6c “...Si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe”.
Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
El libro de Hechos se encuentran las frases “predicando y enseñando” y “profetas y maestros” intercambiadas, demostrando que el profeta neotestamentario es un predicador. Compare:
Hechos 13:1 “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo”.
Hechos 15:35 “Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos”.
2. La Predicación Dirigida a la Iglesia (1Corintios 14:4b,5,22b).
“...Pero el que profetiza, edifica a la iglesia....Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación....pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes”.
3. La Predicación con Metas Específicas.
Exhortación
1 Corintios 14:3 “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”.
Confirmación
Hechos 15:32 “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras”.
Instrucción
1 Corintios 14:31 “Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan...”.
Edificación
1 Corintios 14:3 “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”.
Consolación
Hechos 15:32 “Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras”.
1 Corintios 14:3
“Pero el que profetiza habla
a los hombres para edificación, exhortación y consolación”.
EL OFICIO DEL PROFETA PREDICHO HA CESADO
1. Hubo profetas en los días primitivos del cristianismo quienes predecían los eventos.
Hechos 11:27-28 “En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio”.
2. Los escritores de los libros del Nuevo Testamento eran profetas.
Romanos 16:25-26 “Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe”.
3. Los escritos de los apóstoles y los profetas son el fundamento para las iglesias del Señor.
Efesios 2:20 “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”.
4. Como Pablo, los apóstoles y profetas recibían “...la revelación del misterio...” directamente del Señor.
Gálatas 1:11-12 “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
5. Sin embargo, desde el canon de la Escritura se ha cerrado, no se espera una nueva revelación de Dios o acerca de Dios.
1 Corintios 13:8-10 “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará”.
6. Como se mencionó, “lo perfecto” se refiere a la revelación completa y la terminación de la Escritura. Nótese la advertencia de Apocalipsis 22:18--el último libro que Dios escribió.
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras
de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas
cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas
en este libro”.
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