La oración debe ser la parte más maravillosa de la vida cristiana. Representa la oportunidad para compartir con Dios sus problemas, sus victorias y sus necesidades. A través de la oración usted puede conocer a Dios en una forma amena y personal. Dios desea la comunicación con sus hijos (Proverbios 15:8).
El diablo, el enemigo de Dios, no quiere que el cristiano ore.
Sin embargo, el cristiano que dedica tiempo a la oración es aquel
que complace a Dios.
La oración es el hecho de hablar con Dios. No es necesario
una gran educación para orar. La oración no consiste
en palabras grandes y elocuentes, sino de la sincera comunicación
con Dios de nuestros pensamientos y sentimientos. La oración
es el clamor del corazón del hombre al Señor. Es como
un muchacho que llama a su padre, o como un siervo haciéndole una
petición a su amo. Jeremías 33:3 declara: "Clama
a mi, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes
y ocultas que tú no conoces".
La Biblia enseña que hay cinco tipos de oraciones.
1. Confesión--La confesión es el reconocimiento y la declaración ante Dios de la culpa de su pecado. La Biblia declara inequivocadamente que el pecado impide la comunicación del convertido con Dios (Salmo 66:18; Isaías 59:2). Por lo tanto, es sumamente importante que el cristiano confiese su pecado a Dios y restaure esa vía de comunicación. Dios ha prometido perdonar a todo aquel que esté dispuesto a confesarle su pecado y apartarse de él (Proverbios 28:13; 1Juan 1:9).
2. Alabanza--La alabanza a Dios es la declaración de nuestro reconocimiento de la persona de Dios. Por la alabanza, el cristiano proclama su reconocimiento de los atributos de Dios (Hebreos 13:15; 1 Pedro 2:9).
3. Gratitud--La gratitud es la expresión de nuestro agradecimiento por lo que Dios hace. Dios manda al salvo en Cristo a dar "gracias en todo" (1 Tesalonicenses 5:18). El rey David dijo: "Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza" (Salmos 100:4).
Cuando alguien nos regala algo, la mejor forma de demostrarle que nos agrada su regalo, es decirle "gracias". La oración es nuestra oportunidad de decirle "gracias" a Dios por sus bendiciones diarias de salud, alimento, ropa, perdón de nuestros pecados y todas las bendiciones espirituales.
4. Intercesión--La intercesión es la súplica a Dios por las necesidades de otros. La intercesión es una clase de oración muy importante, pues por ella el hecho hijo de Dios obra en beneficio de otros. La intercesión puede abarcar una infinidad de temas, incluyendo la salvación de amigos o parientes y las necesidades físicas de otros (Mateo 5:44; Efesios 6:18).
5. Petición--La petición es aquel aspecto de la oración en el cual podemos hacer una súplica a Dios por nuestras necesidades personales. Jesús dijo: "Pedid y se os dará" (Mateo 7:7). La Biblia también dice: "No tenéis, porque no pedís" (Santiago 4:2).
Cuando necesitamos alimento, ropa o casa para nuestra familia,
dirección
para una decisión o sanidad para nuestros cuerpos enfermos, entonces
Dios nos dice que debemos poner nuestra petición ante Él.
Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara cómo orar. Cristo presentó el modelo de la oración con las palabras, "Padre nuestro que estás en los cielos" (Mateo 6:9). La oración deberá dirigirse a Dios el Padre.
Debemos hacer nuestras oraciones directamente al Padre reconociendo
que recibimos esta oportunidad solamente por los méritos de Jesucristo
(Juan 16:23).
Daniel oró tres veces al día. Algunas veces Jesús oró durante toda la noche. La Biblia no nos da una regla a seguir en referencia al número de veces que debemos orar. Sin embargo, debemos orar dondequiera que tengamos una necesidad, o en todo momento que recibamos una bendición por la cual debemos estar agradecidos a Dios. Puede ser durante el día o durante la noche, no importa la hora. Muchos cristianos han encontrado que es bueno dedicar un tiempo especial a la oración cada día. Temprano en la mañana parece ser la mejor hora. La mente del hombre está fresca temprano por la mañana, antes de llenar su mente con las preocupaciones del día, él debe tener comunión con Dios. David dijo: "De mañana oirás mi voz" (Salmo 5:3).
La oración es la obra más grande del cristiano. Jesús nos enseñó la importancia de la oración por su propio ejemplo (Lucas 6:12). Los discípulos tuvieron vidas de mucha oración (Hechos 3:1). Las Escrituras nos ordenan: "Orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17).
Ahora hermano en Cristo, ¿dedica usted algún tiempo diariamente
a la oración? ¿Le pide usted a Dios que supla sus necesidades?
¿Le da usted gracias a Dios por sus bendiciones? Recuerde
que ésta es una parte muy importante del crecimiento espiritual.
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