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1. Obedecer las leyes y los mandamientos divinos |
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2. Dar limosnas a los pobres |
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3. Hacer lo mejor que se pueda |
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4. Vivir una vida buena |
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5. Realizar buenas obras |
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6. Ser sincero en lo que cree |
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7. Dar el diezmo o dinero a la iglesia |
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8. Hacerse miembro de una iglesia |
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9. Asistir a la iglesia con regularidad |
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10. Hacer oraciones o rezos |
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11. Ayunar |
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12. Bautizarse |
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13. Tomar la santa comunión o misa |
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14. Nacer de padres cristianos |
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15. Confirmarse |
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16. Hacer penitencias |
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17. Recibir la extrema unción |
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18. Afiliarse a un club social o confraternidad |
Si usted marcó sólo una o varias de las opciones anteriores, debe saber que está en camino al infierno. Siga leyendo si quiere saber por qué...
Núm. 1--Es imposible llegar al cielo de esta manera. En Romanos 3:19-28 la Biblia dice: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley”. También Gálatas 2:16 declara: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado”.
Núm. 2, 3, 4--Estas cosas jamás podrían salvarle pues la Biblia dice: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia” (Tito 3:5).
Núm. 5, 6, 7--Las buenas obras no salvan a nadie, tampoco la sinceridad que se tenga, porque Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Núm. 8, 9, 10, 11--No podemos salvarnos mediante ninguna clase
de obras, no importa cuán buenas o bien intencionadas sean.
Dios nos salva por SU gracia. Romanos 11:6 muestra: “Y si por gracia,
ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia”.
Núm. 12, 13--El bautismo por agua y la comunión son para
los que ya son salvos. No son las obras nuestras lo que nos salva,
sino la fe totalmente puesta en Cristo. Romanos 4:5 explica: “Mas
al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe
le es contada por justicia”.
Núm. 14--Tampoco esto puede salvarle. Las Escrituras nos dicen en Romanos 9:8: “Esto es: no los que son hijos según la carne son los hijos de Dios”.
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12-13).
“No...de sangre” significa “no por el parentesco” que tengamos. Debemos nacer de Dios para ser salvos.
Núm. 15, 16, 17, 18--Todas estas son doctrinas inventadas por
los hombres y la Biblia no enseña nada de esto. Dios dice:
“Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos
de hombres” (Mateo 15:9).
¡NO! Ninguna de estas cosas puede salvarle. Usted
no puede hacer absolutamente nada para ganarse la vida eterna. Es
sólo la fe en el Señor Jesucristo mediante el arrepentimiento
lo que puede salvarle.
¡POR LA FE EN EL SEÑOR JESUCRISTO! Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
El camino de la Vida Eterna no consiste en lo que hagamos nosotros mismos, sino en tener una perfecta justicia que nos regala Dios. Recibimos esta justicia cuando creemos que el Señor Jesús tomó nuestros pecados sobre sí mismo en la cruz.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21).
No puede usted recibir la vida eterna trabajando para obtenerla o por
ser bueno. Usted recibe la vida eterna simplemente por arrepentirse
y creer solamente en Cristo Jesús. Tenga en cuenta que si
no está de acuerdo con estas declaraciones, usted llama a Dios un
mentiroso. “... el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque
no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida
está en su Hijo” (1 Juan 5:10-11).
La palabra “testimonio” significa “evidencia”. La Biblia es una
revelación completa, perfecta e inspirada por Dios para que Dios
nos comunique el mensaje de salvación en su Hijo Cristo Jesús.
El apóstol Juan nos dice claramente:
“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36).
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan
11:25-26).
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí
no permanezca en tinieblas” (Juan 12:46).
“Pero éstas se han escrito para que creáis
que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis
vida en su nombre” (Juan 20:31).
“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis
en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis
vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo
de Dios” (1 Juan 5:13).
La salvación es por fe en la obra terminada por Cristo en la cruz del Calvario, no en las obras sinceras suyas. Usted está muerto en sus pecados e incapaz de recatarse a sí mismo por sus propias obras. No se engañe con su religión.
Dios manda que usted se arrepienta de sus pecados, de su religión,
de su confianza en las cosas ajenas, y que deposite toda su confianza en
Cristo Jesús. El Señor Jesucristo promete: “De cierto,
de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna”.
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