¿Qué Dice La Palabra De Dios
Sobre El Bautismo De Bebes y Niños?
 
El bautismo de los bebes o de los niños por aspersión es para el propósito de impartirles una bendición espiritual.  El propósito exacto cambia entre los diferentes grupos, sin embargo, casi siempre significa que el bebe reciba una bendición espiritual, si no la salvación completa.  ¿Quién practica el bautismo de bebes y de niños?  El bautismo de ellos es una ordenanza de la iglesia católica romana, la iglesia ortodoxa griega, así también de la mayoría de los grupos que protestaron de la iglesia católica romana durante la Reformación incluyendo la iglesia luterana, la iglesia episcopal, la iglesia presbiteriana, y la iglesia metodista.  Ellas bautizan a los bebes y niños diciendo que por medio del bautismo, los bebes y los niños reciben unas especificas bendiciones espirituales.

La Iglesia Católica Romana: "La iglesia insiste que los bebes y los niños se bauticen lo más pronto posible, esto quiere decir en el transcurso del primer mes de vida del bebe...Guiado por el Espíritu Santo, la iglesia los bautiza asegurándoles que sean miembros de la iglesia y sean participantes en todos los beneficios de la membresía...por medio del bautismo la iglesia les da a los bebes la seguridad de su renacimiento en Cristo para vida eterna...En otras palabras, los bebes son salvos por los hechos de la iglesia los cuales les comunican su fe a ellos" (Los Siete Sacramentos De Cristo, El Servicio Católico de Información).

La Iglesia Presbiteriana cuando le preguntó a uno de sus pastores bien educados: "¿Bautiza la iglesia presbiteriana a los bebes y a los niños?"  Respondió: "Sí, lo cual significa que ellos también son recibidos como miembros de la iglesia y son unidos con Cristo.  Cuando aquellos niños alcanzan la edad de discernimiento, deben asumir la obligación iniciada por su padres...Los Presbiterianos no creen que los bebes y niños que mueran sin bautizarse son excluidos de la felicidad de la gloria o de la visión de Dios"  (Las Religiones De América, Leo Rosten).

La Iglesia Luterana: "Siendo por naturaleza pecadores, los bebes así también los adultos, necesitan ser bautizados.  Cada bebe o niño, que es bautizado, es renacido por el agua y del Espíritu y es puesto en una alianza de relación con Dios, y es un hijo de Dios y un heredero del reino celestial" (La fórmula de bautizar usada por pastores luteranos en el bautismo de los bebes y niños, Biblia Analítica con Referencias).
 

El Error De Bautizar A Los Bebes Y A Los Niños

1)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS NO ES ENSEÑADO EN EL NUEVO TESTAMENTO.  Para muchos, el bautismo de los bebes y de los niños es una doctrina por implicación.  Los que bautizan a los bebes y a los niños, deducen del Nuevo Testamento que cuando cinco familias fueron bautizadas después de que llegó la salvación, seguramente había niños y bebes que también fueron bautizados.  Las siguientes familias se bautizaron: la familia de Cornelio (Hechos 10), la familia de Lidia (Hechos 16), la familia del carcelero en Filipos (Hechos 16), la familia de Crispo (Hechos 18), y la familia de Estéfanas (1 Corintios 1).

Ninguna persona tiene el derecho a interponer lo que no está escrito en Las Escrituras para defender una doctrina asumida y desechar la clara enseñanza de muchas otras porciones de la Palabra de Dios.

2)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS ES CONTRARIO A LA ENSEÑANZA NEOTESTEMENTARIA SOBRE EL BAUTISMO.  En el bautismo de bebes y de niños se utiliza el modo incorrecto--aspersión en lugar de inmersión (Mateo 3:6; Juan 3:23; Mateo 3:16; Hechos 8:38-39); se utiliza el candidato incorrecto--los bebes y los niños en lugar de discípulos (Juan 4:1; Mateo 28:19); también el bautismo de bebes y de niños no tiene el propósito correcto--al impartir la salvación o una bendición espiritual en lugar de obedecer a Dios y identificar con Jesucristo (Mateo 28:19; Romanos 6:3-5).
 

3)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS DECLARA O IMPLICA QUE LA SALVACIÓN O UNA BENDICIÓN ESPIRITUAL PUEDE SER IMPARTIDA A TRAVÉS DE UN RITUAL O POR MEDIO DE LA FE DE OTRA PERSONA.  Compare Salmos 49:7-8 que dice, "Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate porque la redención de su vida es de gran precio y no se logrará jamás."  La Biblia nos enseña que todas las bendiciones espirituales son recibidas por medio de fe personal en Jesucristo (Hechos 15:8-11; Hechos 16:30-31; Efesios 2:8-10; 2 Tesalonicenses 3:13-14; 2 Timoteo 3:15).

4)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS IMPLICA QUE LA IGLESIA PUEDE IMPARTIRLE LA SALVACIÓN Y BENDICIÓN ESPIRITUAL A CUALQUIERA PERSONA NO IMPORTANDO LA VOLUNTAD NI FE DEL INDIVIDUO.  Compare Hechos 8:36-37.

5)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS LES DA UNA ESPERANZA FALSA.  Hay una multitud de personas hoy en día las cuales fueron bautizadas como bebes y niños y han crecido pensando que están listos para ir a la gloria aunque nunca hubiera sido renacidos por arrepentimiento y fe personal en el Señor Jesucristo.  Confían en su bautismo y de ser miembros de una iglesia, por tanto nunca se han convertido por la falsa esperanza que tienen.  Ellos están engañados por la enseñanza de su propia iglesia.

6)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES Y DE LOS NIÑOS DA COMO RESULTADO IGLESIAS LLENAS CON MIEMBROS INCONVERSOS.  En unas iglesias el bebe o niño llega a ser miembro de la iglesia inmediatamente cuando se bautiza.  En otras, el bebe o niño no es considerado un miembro completo, sin embargo es admitido como miembro unos años después sin haber mostrado frutos dignos de arrepentimiento.  En cualquiera situación, el bautismo de bebes y de niños resulta en estas iglesias llenándose con miembros sin una experiencia de conversión.  Obviamente se va destruyendo la iglesia y también es la causa principal de la indiferencia espiritual de la mayoría de las iglesias protestantes.

7)  NO HAY UNA SALVACIÓN PARCIAL O INCOMPLETA ENSEÑADA EN LAS ESCRITURAS.  El bautismo de bebes y de niños debe salvar o no debe salvar pero no puede ser cualquiera de los dos.  Sin embargo, la mayoría de las iglesias que practican el bautismo de bebes y de niños creen que le da una salvación parcial y después el bebe o niño debe añadir unas buenas obras como el catecismo, la misa, y la confesión de sus pecados al sacerdote para poder realizar su salvación completa o terminada.  Los siguientes pasajes de la Palabra de Dios muestran que una persona salva es salva y segura por toda la eternidad.  Los mismos pasajes nos enseñan que esta salvación no es por medio del bautismo de bebes o de niños, sino por medio del arrepentimiento y una fe personal en el Señor Jesucristo (2 Corinitos 5:17; Tito 3:5-7; Efesios 1:3-7; Romanos 5:1-2; Colosenses 1:12-14; 1 Juan 5:12-13).

8)  EL BAUTISMO DE LOS BEBES O DE LOS NIÑOS LE HACE HABLAR MENTIRAS AL MINISTRO.  Él declara una mentira cuando dice: "yo te bautizo" porque él no está bautizando sino echándole un poco de agua.  Él declara también una mentira cuando dice: "Este niño es regenerado e injertado en el cuerpo de la iglesia de Cristo" (El Libro Episcopal De Oraciones Comunes).  Los bebes y los niños no son renacidos ni miembros verdaderos de la iglesia de Cristo.  El ministro proclama una mentira cuando dice: "Le ha agradado a Dios regenerar a este bebe con el Espíritu Santo, y recibirlo para ser su hijo por adopción, e incorporarlo en su iglesia santa" (Las Costumbres De Las Iglesias Bautistas, Hiscox).
 

¿Cómo Debemos Presentar A Nuestros Hijos?

1)  Los cristianos pueden regocijarse de que sus hijos sean santificados por la relación personal de sus padres con Cristo (1Corintios 7:14).  Aunque no sepamos todo lo que significa, sabemos seguramente:

2)  Los padres deben dedicarse a entrenar a sus hijos en el camino de Dios.  En realidad, lo más importante no es la presentación o dedicación del bebe o niño, sino la dedicación de los padres a cumplir la voluntad de Dios por medio de Su gracia y Su instrucción en la Biblia.  Los padres están perdiendo el tiempo si entran en un culto público para presentar al niño a Dios, pero después fallan a disciplinarlo y instruirlo en el camino correcto de Dios.  ¡Hagamos las dos cosas!  Ofrezcamos a los bebes recién nacidos a Dios y roguemos la bendición de Dios sobre sus vidas, y también vivamos nosotros mismos, como padres, una vida ejemplar entrenándolos para el santo servicio de Dios.
 



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