La vida cristiana es una vida victoriosa.  Tenemos la promesa de Dios para poder vencer la tentación (1 Corintios 10:13), el pecado (Mateo 1:21; Romanos 6:20-22), y el mundo (1 Juan 5:4-5).  En 2 Corintios 2:14 leemos: "Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús..."  Si la victoria es nuestra , ¿Como se realiza?

1)  Guarde la Palabra de Dios en el corazón.  Cristo fue tentado a ceder a su carne por Satanás en el desierto.  En cada tentación Cristo respondió con un versículo memorizado del Antiguo Testamento (Mateo 4:1-11).  Si Cristo tenía necesidad de memorizar la Palabra de Dios en su corazón cuanto mucho mas tenemos nosotros la misma necesidad.  David dijo en Salmos 119:9,11: "¿Con qué limpiará el joven su camino?  Con guardar tu palabra....En mi corazón he guardado tus dichos,  Para no pecar contra ti."

2)  Ore sin cesar.  La oración nos guarda de tentación y por medio de ella acudimos al Señor para que Él nos sostenga en la prueba.  Cristo, nuestro intercesor, vive para siempre para interceder por nosotros (Hebreos 7:25).  En la hora de la mas grande prueba en la vida de Cristo Él comentó a sus discípulos que estuvieron con Él: "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."

3)  Absténgase de toda especie de mal.  "Absteneos de toda especie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22).  "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor" (2 Timoteo 2:22).  "Sino vestios del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne" (Romanos 13:14).  "Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma" (1 Pedro 2:11).  Evite las cosas y los lugares donde se encuentran tentaciones.

4)  Resista al diablo y sométase a Dios (Santiago 4:7).  No le de lugar al enemigo para que entre (Efesios 4:27).  Combata todos los tardos de él con la Palabra de Dios dándose cuenta que todo lo que le dice es una mentira (Juan 8:44).  Póngase activamente en contra del enemigo por confesar lo que Dios dice y resistirlo.

5)  No deje de congregarse en una iglesia neotestamentaria.  Necesitamos el animo que recibimos cuando nos reunimos con otros hermanos.  "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca" (Hebreos 10:25).  El mandato del Señor es que nos congreguemos y tanto más, cuanto vemos que el día de Jesucristo se acerca (1 Tesalonicenses 2:11).
 
 

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