Las
profecías constituyen mucho de la Palabra de Dios y deben ser proclamadas
en la predicación de las Escrituras. Encontramos en Hechos
que los apóstoles usaron las profecías del Antiguo Testamento
para dar crédito y veracidad a su mensaje con los discípulos
así también con los incrédulos (Hechos 2:16-21,25-28;
Hechos 3:18,21-25; Hechos 8:30-35; Hechos 13:32-39; Hechos 15:13-18) .
La profecía cumplida es un testimonio tan grande contra la incredulidad
hacia la Biblia. Hay varias razones porque debemos enseñar la profecía
de la Biblia:
La profecía es la revelación de Dios para enseñarnos los secretos de Dios (Deuteronomio 29:29; Amos 3:7; Mateo 13:10-12; Apocalipsis 1:1, 22:6,10)
La profecía es una bendición para nuestras vidas (Apocalipsis 1:3)
La profecía debe ser aprendida para la madurez espiritual (2 Timoteo 3:16-17)
Es una responsabilidad estudiar la profecía (Lucas 24:25-27)
La profecía santifica la vida (1 Juan 3:1-3)
El entendimiento de la profecía es necesario para contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 1:3)
La profecía será realidad en el futuro de nuestra vida (Juan 14:1-3; Colosenses 3:4; Romanos 8:16-25)
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