Con respecto a su pregunta sobre porque fue escogida María en lugar de otras, le ofrezco lo siguiente de la Palabra de Dios. El Nuevo Testamento sorprendentemente menciona muy poco a cerca de María.  Sus últimas palabras recordadas fueron habladas en la boda de Caná en el principio del ministerio de Jesús:  "Haced todo lo que os dijere" (Juan 2:5), y luego silencio.  Sin embargo la iglesia romana católica rompe el silencio, y de muchas fuentes afuera de la Escritura, desarrolla la doctrina de las obras milagrosas de María y la veneración de ella.

Después de la boda en Caná, vemos a María una vez más durante el ministerio público de Jesús cuando ella y sus hijos carnales se le acercaron a Jesús cuando estaba enseñando a la multitud, pero luego fueron reprendidos por Cristo cuando dijo:  "¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?" (Mateo 12:46-50).  María estaba presente en la cruz donde fue puesta en las manos del apóstol Juan por el resto de su vida natural (Juan 19:25-27).  Finalmente, Hechos 1:14 hace mención de ella como una que estaba con los otros discípulos y las mujeres en el aposento alto después de la ascensión de Cristo sin tener un lugar elevado entre ellos.

Los apóstoles nunca oraron a ella, ni le mostraron un honor especial.  Pedro, Pablo, Juan y Santiago no mencionaron su nombre ni una sola vez en sus escritos que fueron dirigidos a las iglesias neotestamentarias.  Juan la cuidó hasta su muerte, pero no se refiere a ella en ninguno de sus cinco libros (Evangelio de Juan, 1,2,3 Juan, Apocalipsis).  Cuando la iglesia fue ungida en el día de Pentecostés hubo solamente un solo nombre bajo el cielo por el cual podamos ser salvos—el nombre del Señor Jesucristo (Hechos 4:12).

Entonces ¿por qué fue escogida María entre las mujeres?  Desde el principio el tema de escogimiento ha sido muy claro.  Dios se obligó diciendo que Su hijo iba a hacerse carne y andar entre nosotros naciendo de una mujer virgen (Génesis 3:15; Isaías 7:14; Miqueas 5:2-3).  ¿Pero por qué María?  Dios siempre escoge no conforme al carácter de uno o la vida recta, sino por su gracia.  Los salvos del Antiguo Testamento fueron elegidos por la gracia de Dios.  La nación de Israel fue escogida entre las muchas naciones del mundo por la gracia de Dios.  Noé fue escogido por gracia:  "Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová" (Génesis 6:8).

El Nuevo Testamento explica la elección de Dios según su gracia y no según el mérito humano.  "Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.  Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia.  Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.  ¿Qué pues?  Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos" (Romanos 11:5-7).  Entonces aprendemos de todos estos versículos que el privilegio y el escogimiento de María para ser la madre de Jesús no fue según su rectitud, ni su pureza personal, ni por herencia, sino por la pura y soberana gracia del Dios todopoderoso.
 

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