En la venida del Señor solamente los muertos y los vivos en Cristo,
sean judíos o gentiles, estarán con Él. "Porque
si creemos que Jesús murió y resucitó, así
también traerá Dios con Jesús a los que durmieron
en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor:
que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor,
no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos (en Cristo), los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1
Tesalonicenses
4:14-17). Aún los judíos no arrepentidos, aunque sea
el pueblo escogido de Dios, no alcanzarán la salvación de
Dios hasta que se arrepientan y crean del corazón en la soberanía
del Mesías y rendirse a Él. Dios solamente puede recibir
al hombre quebrantado, humillado y contrito. El hombre que niega
a Cristo será negado por el Padre. "Y a cualquiera que me
niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante
de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 10:33).
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