¿Si una persona se niega a aceptar a Dios, se le debe insistir mucho para convencerle?

En primer lugar, 2 Corintios 4:1:  "Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos".  Le exhorto que no se desmaye en hacer lo bueno.

Segundo, hay que reconocer que los incrédulos están ciegos.  2 Corintios 4:3-4 dicen:  "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios".  Si ellos pudieran ver claramente querrían de todo corazón en el Hijo de Dios.  

Tercero, Dios es quien los salva no usted, ni yo.   Aunque nosotros queremos que la gente sea salva, nosotros no la podemos obligar a la salvación.  1 Corintios 4:6 dice:  "Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo".  Juan 12:32  "Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo".

Pero sí, tenemos la responsabilidad para contarles las buenas nuevas.  2 Corintios 5:20 dice:  "Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: reconciliaos con Dios".  Inclusive hay mucho para impulsarnos a testificar.  2 Corintios 5:10-11:  "Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,  para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.  Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres".   Vamos a presentarnos ante el tribunal de Cristo!  Ezequiel 3:18:  "Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano".  Este verdaderamente será un día de temor si no hemos cumplido para amonestarles y persuadirles.  No solo el temor, sino también el amor nos impulsa.  2 Corintios 5:14-15:  "Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos".

No los podemos obligar que se salven, pero con oración, con amor, con paciencia y con perseverancia podemos ganarlos para el Señor.  Hechos 26:24-29: "Diciendo él estas cosas en su defensa, Festo a gran voz dijo: Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco.  Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.  Pues el rey sabe estas cosas, delante de quien también hablo con toda confianza. Porque no pienso que ignora nada de esto; pues no se ha hecho esto en algún rincón.  ¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees.  Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.  Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!"

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