En primer lugar debemos darnos cuenta que todas las iglesias en este mundo no son iglesias bautistas neotestamentarias bíblicas. Por eso, existen muchos problemas en el mundo cristiano. Sin embargo, la iglesia neotestamentaria es muy preciosa delante de los ojos del Señor (Efesios 5:25). Es su novia (Efesios 5:23-32; Apocalipsis 21:9), su cuerpo (Romanos 12:4-5; 1 Corintios 12:12-27), su templo (1 Corintios 3:16) y su edificio (1 Corintios 3:9; Efesios 2:20-22). Cuando alguno levanta su mano contra la iglesia que es de Dios, Él ha prometido que le destruirá a él. Dios no quiere que haya división en su iglesia neotestamentaria (Efesios 4:13; Filipenses 2:1-3; 1 Corintios 1:10).
Sin embargo, todos nosotros hemos visto iglesias donde los hermanos se han dividido. ¿Por qué? Hay varias razones:
1) Porque a veces la iglesia se llena con personas no convertidas, es decir, personas con doctrinas ajenas a nuestra doctrina (1 Juan 2:19; 3 Juan 9:11).
2) Por la falta de un pastor preparado (Efesios 4:11-12; 1 Pedro 5:1-3).
3) Por la falta de conocimiento entre los miembros de las doctrinas sanas y bíblicas (Efesios 4:13-16; 1 Corintios 1:10).
4) Por la falta de preeminencia de Cristo y la exaltación del hombre (Col 1:18; 3 Juan 9; 1 Corintios 3:3-7).
Cuando la iglesia neotestamentaria está viva y sana es como si el
cielo haya llegado a la tierra porque hay paz, unidad, comunión, y la presencia
del Señor y es la voluntad de Dios.
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