¡Que el Señor le dé la oportunidad de arrepentirse y recibir la salvación que solo Dios puede darle si Ud. se lo pide de corazón sincero! Recuerde que la paciencia de Dios es para Salvación (2 Pedro 3:9, 15). Ahora, cuando uno es hijo de Dios y se rebela apartándose en los caminos del Señor, Él tiene que disciplinar la desobediencia de uno (Hebreos 12:5-11). Cuando una persona es profesante solamente nunca podrá vivir ni cumplir los mandamientos divinos en su vida religiosa. Aquí, pues, la urgente necesidad de examinarse a sí mismo si está en la verdad o no (2 Corintios 11:5). Hay muchas personas que se engañan a sí mismos habiendo hecho una profesión falsa como lo vemos con Simón el mago en Hechos 8:13.
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