Dones-El Don De Profecía
 

El don de profecía y el oficio de profeta no existe hoy día en la iglesia neotestamentaria.  Antes de seguir adelante quisiera hacerle una pregunta: ¿Sabe para que fue dado el don de profecía?

Al manifestar a la iglesia en Corinto cómo los dones de lenguas y profecía debían controlarse mientras duraban, el apóstol Pablo, refiriéndose a los que tenían el don de profecía, dijo: "…los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.  Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.  Porque podéis profetizar todos solo que uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados…  ¿Acaso ha salido de vosotros la Palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado?  Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor" (1 Corintios 14:29-31, 36-37).  Vemos entonces que los que tienen el don de la profecía era profetas.  Los profetas en la iglesia primitiva no recibían sus mensajes por estudiar, como los reciben los predicadores de hoy (1 Timoteo 2:15), sino por revelación (1 Corintios 14:30), pues aún no se había escrito el Nuevo Testamento.  De que las verdades neotestamentarias se recibieron por partes, se ve por las palabras de Pablo en 1 Corintios 13:9: "…en parte conocemos, y en parte profetizamos".  Era necesario, pues, que hubiera profetas en la iglesia hasta haberse completado el Nuevo Testamento.  Al decir: "¿Acaso ha salido de vosotros la Palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?", el apóstol quiso decir que los que tenían el don de profecía recibieron la Palabra directamente de Dios.  Entonces, se ve que los que tenían el don de profecía no sólo anunciaban la Palabra de Dios, sino que la recibían por revelación divina.

El don de profecía tenía que acabarse al terminar de escribirse el Nuevo Testamento.  Al concluir el Apocalipsis, el apóstol Juan dijo: "Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro".  En otras palabras, Juan está diciendo que con éste se concluyen los Escritos del Nuevo Testamento.  Por consiguiente, ya no hay lugar para el don de profecía en la iglesia.

Ya debe ser evidente el propósito del don de profecía.  En pocas palabras era el siguiente: Las iglesias primitivas eran iglesias neotestamentarias en doctrina sin poseer aún el Nuevo Testamento.  Esas iglesias tenían profetas que les daban las verdades neotestamentarias hasta completarse el Nuevo Testamento; el profeta era más que predicador, era anunciador.  Evangelistas y maestros son predicadores hoy, pero no reciben la Palabra de Dios por revelación divina como las recibían los profetas en el pasado.

Muchos estudiantes de la Biblia sostienen que las siete iglesias del Apocalipsis representan la dispensación de la iglesia.  Se es así, vemos al comparar Apocalipsis 1:11, 22:16,18, que el Apocalipsis es el último mensaje de Dios para la era de la iglesia.  Esta era termina con el rapto de la familia de Dios, entonces vendrá la tribulación, cuando nuevamente Dios hablará por medio de los profetas, quienes profetizarán por cuarenta y dos meses de los siete años en que el Diablo tendrá su falso profeta en el mundo (Apocalipsis 11:3-12).

Si desde Malaquías hasta Juan el Bautista, unos cuatrocientos años, no hubo profeta en Israel, ¿por qué algunos encuentran tan difícil creer en la no existencia de profetas hoy?  El pueblo de Israel tenía la palabra escrita (el Antiguo Testamento) como su único guía.  Como el último profeta del Antiguo Testamento anunció la venida de Juan el Bautista, el primer profeta del Nuevo Testamento (ver Malaquías 3:1 y Mateo 11:10), así el último profeta del Nuevo Testamento, Juan el apóstol, anunció la venida de los próximos profetas, los dos testigos que profetizarán por mil doscientos sesenta días durante el período de la tribulación (Apocalipsis 11:3-12).

De que no hay profetas en la iglesia hoy se ve por 2 Pedro 2:1 "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros…." (en las iglesias).  Refiriéndose al futuro, habla de maestros ya que no habría profetas en la iglesia después de completarse el Nuevo Testamento.  Decir que el que predica la Palabra profetiza es mal interpretar la Palabra de Dios.  En Efesios 4:11 se ve claramente que profetas, evangelistas y pastores (maestros) tenían cada uno un don diferente.  No habría necesidad de distinguir entre profetas, evangelistas y maestros, si evangelistas y maestros fueran profetas.  Es posible que algunos hayan tenido más de un don, pero también podían haber tenido un solo don sin tener los demás, el ser maestro y predicar la Palabra de Dios no le hace profeta.

Pablo dice en 1 Corintios 14:1,5,24,29 que el mayor don era el de profecía.  Y si los nueve dones (1 Corintios 12: 8-10) estuvieran presentes hoy, entonces sería lógico suponer que el de la profecía también existiera.  Pero sabemos que ninguna iglesia que se ciña a la Biblia toleraría la presencia de uno que pretende ser profeta, y dice haber recibido nuevas revelaciones de parte de Dios, porque como ya hemos demostrado, no hay profetas en el día de hoy.

Ya que el don de profecía ha dejado de ser, dondequiera leamos de profecías en el Nuevo Testamento esto se refiere a los días antes de completarse el Nuevo Testamento o después del arrebatamiento de la iglesia.



Si tiene alguna pregunta, inquietud o comentario envíenos una carta a la siguiente dirección postal:
  

INSTITUTO EDUCATIVO CRISTIANO
Apartado 955
01901 Guatemala, Guatemala

 

 
  Si aún tiene preguntas, escribanos...

  Regresar a la Página Principal del IEC

Regresar a Preguntas y Respuestas