El
Señor Jesucristo es Dios eterno, es decir, no tiene principio
ni fin (Isaías 9:6). Para poder venir a este mundo, Jesús
tuvo que despojarse a sí mismo. La Biblia enseña que
el se hizo carne para morir en la cruz del Calvario por nuestros pecados
(Filipenses 2:5-8). Pero, ¿por qué nació de
una mujer? Cristo entró en el mundo por una mujer para
que se cumplieran la profecías antiguas de Dios (Génesis 3:15;
Isaías 7:14; Mateo 1:20-23). Cristo fue concebido por el Espíritu
Santo en el vientre de María sin padre terrenal (Mateo 1:20).
Todo eso nos hace ver que Dios NO tiene madre (lo que es eterno no tiene principio), sino que Cristo tomó la forma del bebé allí
en Belén para identificarse con nosotros y al fin poner su vida
por nuestras iniquidades.
INSTITUTO EDUCATIVO
CRISTIANO
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