Dios
ha prometido en su Palabra guardar a los que son suyos. Vea Juan
10:27-28, Judas 1:25-26. Todo aquel que es de Cristo, Dios se encargará
de cuidarlos hasta el final de su vida aquí. Vea 1 Juan 5:18.
No hay que temer, pues tememos a Uno que sabe librarnos del mal.
Vea 1 Pedro 4:19 y 2 Pedro 2:9. No hay accidente en la vida del verdadero
hijo de Dios, todo está controlado por el Padre celestial.
Si algo nos pasa aparentemente mal; es porque Dios quiere que uno considere
su camino (Romanos 8:28).
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CRISTIANO
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