¿Cómo hubieran sido tres días y tres noches si Cristo hubiera muerto el viernes en la tarde y resucitado la mañana del domingo? El máximo tiempo que hubiera estado en la tumba hubiera sido dos noches y un día y una parte del otro. Si las Escrituras solamente hubieran mencionado tres días, se pudiera haber entendido una parte de tres días. Sin embargo las Escrituras especifican "tres días y tres noches", y en que nosotros aceptamos la Biblia como un libro inspirado por Dios (2 Timoteo 3:16), demanda que sea tres días de 24 horas.
Es importante mencionar la diferencia en el día romano, el día
judío y el día nuestro. El DÍA ROMANO empieza
a las 6:00 A.M y termina a las 6:00 de la próxima mañana.
El DÍA JUDÍO comienza a la puesta del sol y termina a la
puesta del sol del próximo día (aproximadamente 6:00 P.M.
a 6:00 P.M.). NUESTRO DÍA empieza a las 12:00 de la media
noche y termina en la misma hora del siguiente día.
Durante la semana de la pasión de nuestro Señor, Cristo instituyó la santa cena del Señor el día miércoles judío (nuestro martes en la noche).
Después de la cena del Señor, fueron al huerto de Getsemaní donde Cristo oró y luego fue traicionado por Judas Iscariote y arrestado (Marcos 14:26-52).
Cristo apareció ante la sanedrín y fue juzgado injustamente durante la noche después de su arresto ilegal (Marcos 14:53-66). El estar sujeto a juicio durante la noche se confirma al tomar en cuenta que Pedro escuchó el gallo cantar tres veces al rompe el alba (Marcos 14:67-72).
Temprano el Cristo es llevado a Pilato para ser juzgado. La injusticia, la humillación, la degradación que siguió es verdaderamente algo incomprensible para el ser mortal, ni puede la lengua humana verazmente describir lo que sucedió (Marcos 15:2-24).
La tercera hora, las 9:00 A.M. del miércoles, el Señor es crucificado y colgado sobre la cruz.
A la sexta hora (12:00 P.M.), hubo tinieblas sobre la tierra (Marcos 15:33).
Al sufrir los padecimientos de la cruz, el sol no salió y las tinieblas permanecían hasta la novena hora (3:00 P.M.) cuando Jesús expiró (Marcos 15:34-37).
Inmediatamente después de la crucifixión, José de Arimatea y Nicodemo amorosamente pusieron su cuerpo sin vida en la tumba (Juan 19:38-42). Su muerte y su sepultura fueron terminadas completamente antes de las 6:00 P.M. de miércoles en la tarde, o sea antes de empezar el día judío de jueves.
El jueves se pusieron unas guardias para proteger la tumba (Mateo 27:62-66).
El viernes el cuerpo queda en la tumba de José de Arimatea guardada por los soldados romanos para asegurar que nadie lo robe.
El sábado todo sigue igual.
Sin embargo, al acabarse el día a las 6:00 P.M. para los judíos, y al iniciarse el primer día de la semana, la roca en frente de la tumba se quitó y Jesús salió triunfadamente de la tumba el primer día de la semana habiéndose quedado en la tumba tres días enteros (jueves, viernes y sábado) y tres noches enteras (miércoles, jueves y viernes) según la Palabra inspirada de Dios y según su promesa (Mateo 12:40).
INSTITUTO EDUCATIVO
CRISTIANO
Apartado 955
01901 Guatemala, Guatemala