El apóstol Pablo dijo en Gálatas 6:14: "Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo".  La cruz nos simboliza a nosotros, los rescatados y salvos, como el lugar mas precioso en el cual el Señor Jesucristo compró nuestra salvación a través del derramamiento de su sangre.  La muerte de Cristo en la cruz (Mateo 27:42; Marcos 15:21,32; Juan 19:16-17,19,25; Hebreos 12:2; Filipenses 2:8) no fue una tragedia ni un fracaso sino el plan de Dios y la victoria sobre el pecado, la muerte, y la destrucción (1 Corintios 15:54-57).

Aunque fuera una muerte dolorosa y vergonzosa para Él, el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz es nuestra única esperanza de ser perdonados (Hebreos 9:22; 1 Juan 1:7).  A los que se pierden, la cruz es locura, pero a los que se salvan, es poder de Dios (1 Corintios 1:17-18). Por esta razón no utilizamos cruces con Cristo todavía colgado en la madera porque nuestro Señor y Salvador Jesucristo no está muerto sino vivo y está a la diestra del Padre en el cielo.  Por eso, nos gloriamos en una cruz vacía en la cual fuimos redimidos por el único Salvador del mundo-Jesucristo.

Siendo Cristo perfecto, no estaba sujeto a la muerte, que es la paga del pecado, pero voluntariamente se puso en lugar del hombre y llevó sobre sí el castigo - la muerte  y la separación de Dios.  Es así como El vino a ser nuestro Salvador; mediante su justicia depositada a nuestra cuenta excedida; somos  restaurados en comunión con Dios, cuando aceptamos a Cristo como el Señor de nuestra vida (1 Pedro 1:18-19; Romanos capítulos 1 al 8).

INSTITUTO EDUCATIVO CRISTIANO
Apartado 955
01901 Guatemala, Guatemala

  Regresar a la Página Principal del IEC

Regresar a Preguntas y Respuestas