"El  cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán".  Esta declaración de las Sagradas Escrituras se encuentran básicamente cuatro veces en Mateo 5:18, 24:35; Marcos 13:31;y Lucas 21:33.  Aquí vemos el testimonio de la permanencia de la Palabra de Dios.  La Biblia no es un libro originado por el hombre….Dios es su único Autor (2 Timoteo 3:16; 1 Pedro 1:20-21).  La Biblia es eterna, es decir, que no tuvo principio ni tendrá fin.  Según Salmos 119:89, para siempre ha estado en el cielo y para siempre estará allí.

La Biblia testifica que un día en el fin del mundo los cielos y la tierra pasarán.  Según el testimonio del apóstol Pedro: "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.  Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas…" (2 Pedro 3:10-11).  Como el resultado de la maldición del pecado en Génesis 3, la tierra está esperando su redención (Romanos 8:22-23).  En Apocalipsis vemos el evento futuro del hecho soberano de Dios creando el cielo nuevo y la tierra nueva.  "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más" (Apocalipsis 21:1).  Dios nos asegura de la permanencia y eternalidad de la Palabra de Dios diciendo que aunque todo pasará, mis palabras permanecerán para siempre.  ¡Gloria a Dios por su Palabra eterna que no cambia, no miente y siempre suple toda nuestra necesidad (Mateo 4:4)!
 
 

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