El Don De Sanidad

El llamado “don de sanidad” es otra marca del movimiento pentecostal y carismático.  El libro de Hechos cita cuatro milagros específicos mas tres declaraciones generales que hubo sanidades.  Al considerar el relato de la sanidad del hombre cojo en Hechos 3, anótese lo siguiente:

1. Pedro y Juan no se jactaban de ningún poder especial o capacidad para sanar.  Ellos daban toda la gloria a Dios.

2. Los apóstoles sanaron el hombre donde estaba.  Nunca tenían cultos especiales de sanidad.

3. El hombre afligido no buscó a ser sanado sino buscaba una limosna.

4. La sanidad fue completa.  Nunca hubo una recaída con las sanidades apostólicas.

5. El milagro fue la cosa menor.  La predicación del evangelio siempre era el enfoque principal del trabajo apostólico.  Nueve versículos dan sumario de la sanidad, 16 versículos relatan la predicación por la cual aproximadamente 5,000 hombres se convirtieron (Hechos 4:4).

6. Los apóstoles no requerían fe; la sanidad requiere poder, no fe.
 
 
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA ACERCA DE LA SANIDAD DIVINA

La Palabra de Dios enseña la sanidad divina, pero se opone a la práctica moderna de los llamados sanadores divinos.  Dios es omnipotente y su poder es suficiente para sanar el cuerpo físico.  Él puede sanar a cualquier persona y en cualquier momento en cualquier modo que desee.  Sin embargo, la evidencia de las Escrituras confunde a los charlatanes del cristianismo quienes emplean generalmente uno o todo de los siguientes métodos:

El asunto no es, “¿Puede Dios sanar?”, sino, “¿Es el don de sanidad operativo hoy en día?”  Considere lo siguiente:
 

EL MINISTERIO DE SANIDAD DE JESUCRISTO

Mateo 4:23-24  “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.   Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó”.

Los evangelios citan 18 milagros específicos de sanidad realizados por el Señor Jesucristo.  Un estudio cuidadoso de esos manifiestan las siguientes observaciones:

1.  Cristo sanó a toda la gente a dondequiera que se encontraba.  Nunca realizó un culto especial para sanar a los enfermos.  No dejaba largas filas de gente desilusionada que tenían que regresar a su casa en sus sillas ortopédicas.

2.  Cristo sanó toda clase de enfermedad, sin apartar los casos más difíciles, sin pasar por alto alguna.

3.  Cristo sanó totalmente y completamente.  No hubo fracasos, recaídas, convalecencias, etc.  En Lucas 4 Jesús entró en la casa de Simón Pedro donde estaba muy enferma la suegra del apóstol.  Jesús se inclinó hacia ella, “reprendió a la fiebre”, e inmediatamente estuvo bien (vs. 39).  En realidad, se sintió tan bien que se levantó y comenzó a servirles.

4.  Las sanidades de Cristo eran sin costo alguno--no ofrendas, no libros, no trampas o artimañas.

5.  Cristo generalmente sanó sin un toque, sin efectos teatrales, sino por su palabra.

6.  Cristo nunca oró antes de sanar a alguien.

7.  Cristo desanimó que hubiera testimonio acerca de sus sanidades (Marcos 7:36).

“Y les mandó que no lo dijesen a nadie...”

8.  Cristo sanó instantáneamente.  Jamás realizó sanidades “progresivas”.  Si Jesús no hubiera curado instantáneamente, no habría existido el elemento milagroso para demostrar su poder divino.  Sus críticos podrían fácilmente haber dicho que la curación no era más que un proceso “natural”.

9.  Cristo resucitó a los muertos.  Es interesante notar que quienes alegan poseer el don de sanidad hoy no pasan mucho tiempo en las funerarias, procesiones fúnebres o en panteones.  La razón es obvia.
 

LA SANIDAD ES UNO DE LOS DONES DE SEÑAL

La sanidad es mencionada con las lenguas en Marcos 16:17-18.  Como ya se mostró, los dones de señal fueron dados para confirmar y autentificar el mensaje y al mensajero.

Porque la sanidad es un don de señal, fue transitorio y temporal, y por lo tanto, no existe hoy en día.  Como el maná milagroso se acabó al entrar los israelitas en Canaán, el don de sanidad se acabó cuando se completó la revelación divina y perfecta de Dios, la Palabra de Dios.
 

LA SANIDAD FÍSICA CONTINUA NO ES PROVISTA EN LA EXPIACIÓN DE CRISTO EN LA CRUZ

Mateo 8:16-17 es el cumplimiento de la profecía de Isaías 53:5.

La sanidad que recibimos hoy es la sanidad del alma de la enfermedad del pecado--salvación por la gracia, por la fe en el Señor Jesucristo.

 
¿SANA DIOS FÍSICAMENTE HOY EN DÍA?

No solamente puede, pero seguramente sana los cuerpos físicos hoy.  Claramente, sin embargo, el requisito es “sea su voluntad”.

1. Muchos grandes cristianos no fueron sanados.  No siempre es la voluntad de Dios que uno sane.

“Respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.  Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.

“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado.  Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.  Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.  Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él; porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí”.

“Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades”.

“Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo”.

2. Hay instrucciones muy claras dadas para los miembros de una iglesia que se enferman.

La “oración de fe” es una oración basada, dirigida y motivada por la Palabra de Dios.  “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17).  La Palabra de Dios dice que no todos se van a componer.
 

TODA SANIDAD VERDADERA ES SANIDAD DIVINA

Los procesos naturales de nuestros cuerpos fueron creados por Dios.  Aún la sanidad en una herida es maravillosa.
 

SATANÁS TAMBIÉN HACE MILAGROS

Este hecho ya se discutió.  Nótese que Satanás obra a través de los hombres.

 



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