Las personas que dicen haber aceptado a Cristo como Señor y Salvador de sus vidas, si retroceden, es señal palpable que nunca se arrepintieron, ni aceptaron a Cristo en sus corazones verdaderamente (Romanos 8:9; 1 Juan 2:19).  Recuerde que no todo aquél que se dice ser creyente es hijo de Dios (Mateo 7:21-23).  Porque los que verdaderamente se arrepienten y aceptan a Cristo, tienen el Espíritu Santo en sus corazones (1 Corintios 3:16; 2 Corintios 1:22; Gálatas 4:6; Efesios 1:13-14).  Y éstos que tienen el Espíritu, nunca retroceden (Romanos 8:14; Hebreos 10:38-39).  Vea el folleto que acompaña esta carta.  Por favor léalo cuidadosamente y busque todas las citas bíblicas en su Biblia.  Le pido que nos comunique cualquier duda que aún no se le haya aclarado.
 

INSTITUTO EDUCATIVO CRISTIANO
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