El Divorcio

Este es un punto muy delicado hoy en día.  Estamos viviendo en un tiempo en que el divorcio se da a menudo y casi por cualquier razón.  Parece mucho a lo que estaba sucediendo en el tiempo cuando Cristo vivió sobre la tierra.  Vamos a ver lo que Dios dice en la Biblia acerca del divorcio.

1.  DIOS ODIA EL DIVORCIO. 

Malaquías 2:14-16 habla de este asunto muy claramente.  En el versículo 16 dice, "Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio."  Conocer lo que Dios mismo piensa del divorcio es lo más importante en este asunto - la Biblia dice que Él lo odia.

¿Por qué odia Dios el divorcio?

2.  EL PLAN ORIGINAL Y LA VOLUNTAD PERFECTA DE DIOS PARA EL MATRIMONIO NO INCLUYÓ EL DIVORCIO.

En Mateo 19:3-6 Cristo contesta la pregunta de los fariseos citando dos versículos del Antiguo Testamento (Génesis 1:27 y 2:24) y termina por decir "lo que Dios juntó, no lo separe el hombre" (v. 6).  Es claro que Dios no desea el divorcio en ningún caso.  Cuando insistían los fariseos en este asunto, Cristo dijo que el divorcio fue permitido por Moisés "por la dureza de vuestro corazón" pero continuo diciendo "mas al principio no fue así."   El divorcio no estaba en el plan original de Dios para el matrimonio.  

En Deuteronomio 24:1-4 se encuentra unas instrucciones acerca del divorcio.  Sin embargo, estas son instrucciones para regular una práctica pecaminosa inventada por el hombre para justificar sus deseos carnales.  Aunque aquí está permitiendo el divorcio, está permitiéndolo solamente "por la dureza de sus corazones" (Mateo 19:8) y de ninguna forma está  aprobándolo.  

3.  LA VOLUNTAD PERMISIVA DE DIOS

El divorcio nunca fue, nunca es y nunca será la voluntad perfecta de Dios.  Sin embargo, por la dureza de nuestros corazones es permitido en ciertos casos dentro de su la voluntad permisiva de Dios. En Mateo 19:9 Cristo dijo "salvo por causa de fornicación" en cuanto al divorcio.

La única razón por la cual el divorcio es permitido es por la infidelidad sexual de una de las personas. Sin embargo, aun en dados casos, no es mandado sino permitido y en ninguna forma es esto el enfoque del pasaje.  Tomando en cuenta otros pasajes (1 Corintios 7 y Oseas) aun eso no es lo mejor.  En casos de infidelidad, lo mejor sería la confesión, el arrepentimiento y el pedir perdón de parte de la persona culpable y que la persona víctima extiende el perdón y restaura a su cónyuge.  Eso es lo que va a agradar y glorificar a Dios.

4.  LA NORMA NEOTESTAMENTARIA

Si una persona es casada y ya conoce al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, no hay excusa para dejar su cónyuge y buscar a otro.  Aun siendo el otro un incrédulo (1 Corintios 7:10-16).  Aun si el otro le abandone, no hay excusa para casarse otra vez.  No hay razón para estar justificando la infidelidad.

Unos se apoyan con los ejemplos en el Antiguo Testamento que tenían varias mujeres y cónyuges.  El plan de Dios siempre ha sido un varón y una mujer.  Los que se han multiplicado esposas pecaron y adulteraron delante de Dios.  Considere los siguientes Escrituras que muestran la voluntad de Dios:

La actitud de Dios no se ha cambiado desde que se escribió Malaquías 3:16: "Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que Él aborrece el repudio....Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales".



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