Romanos 4:4-5
 

Romanos capítulo 4 es uno de los pasajes clásicos que muestra que la justificación (la salvación) es por fe, no por obras humanas.  Romanos 4:1-3 nos hacen entender que Abraham no fue justificado por las obras, sino por haber creído, es decir, por fe sin obras y le fue contado por justicia.  En Romanos 4:6-8 David el salmista declara que Dios le atribuye al pecador su justicia sin obras.  Siendo justificado Dios no inculpa al hombre su pecado porque Cristo fue culpado y cargado con los pecados y luego fue castigado por su Padre para los pecados del pecador.

Romanos 4:4-5 es el sumario de esta enseñanza.  Romanos 4:4 muestra que si la salvación fuera por obras no podría ser por gracia, sino sería una deuda.  Todo patrón llega a ser deudor a todo aquel que se pone a trabajar a su favor.  Y todo aquel que se pone a trabajar para obtener su salvación le obliga a Dios como si fuera deudor del pecador.  Dios no es deudor de nadie.  Su salvación es inmerecida y solamente por su gracia.  Romanos 4:5 indica que la salvación de Dios es para aquel que no obra (compare Efesios 2:8-9).  Dios justifica al impío no porque siente obligado por sus esfuerzos débiles para obtener el favor de Dios por medio de sus obras, Dios perdona y salva por su pura gracia, la cual es el favor inmerecido por Dios.  Dios le atribuye su justicia (su pureza) al pecador por fe para que sus pecados le sean borrados habiendo sido llevados por el Hijo de Dios en la cruz del Calvario.
 



Si tiene alguna pregunta, inquietud o comentario envíenos una carta a la siguiente dirección postal:
  

INSTITUTO EDUCATIVO CRISTIANO
Apartado 955
01901 Guatemala, Guatemala

 

 
  Si aún tiene preguntas, escribanos...

  Regresar a la Página Principal del IEC

Regresar a Preguntas y Respuestas