En Juan 19:34 leemos que "uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua".  En seguida en los versos 36 y 37 la Biblia dice: "Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura…Mirarán al que traspasaron".  Es el cumplimiento de la profecía del profeta Zacarías 12:10.  El costado del Señor Jesús en la cruz del Calvario fue traspasado para verificar que el era el verdadero Mesías prometido desde Génesis 3:15.  El era el Cordero de Dios tipificado por el cordero pascual y los otros sacrificios en el Antiguo Testamento.  El era el único Salvador de los judíos y también de nosotros los gentiles.

¿Ahora, porque salió sangre y agua?  La sangre y el agua son elementos escogidos de Dios para limpiar y purificarnos.  La sangre que fluía del costado del Señor es la misma sangre que nos limpia y nos quita todo pecado (Vea 1 Juan 1:9; Apocalipsis 1:5; Juan 1:29; Efesios 1:7; Hebreos 9:14; 1 Pedro 1:19; Apocalipsis 7:14).  Sin el derramamiento de sangre no hay perdón de pecado (Hebreos 9:22).  El agua simboliza la Palabra de Dios por la cual nos salvamos y nos mantenemos limpios en nuestra vida cotidiana.  Efesios 5:25-26 dicen: "Cristo amó a la iglesia, y se entregó a Sí mismo por ella…habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la PALABRA" (Vea Juan 15:3; 17:17; Santiago 1:18; 1 Pedro 1:23).  La salvación eterna de nuestras almas y el perdón de nuestros pecados es solamente alcanzable a través de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo.  ¿Ha lavado, usted, sus pecados en la sangre preciosa del Señor Jesucristo?  Si no, arrepiéntase, entréguese a Cristo recibiéndole en su vida como su Señor y Salvador para que sus pecados sean borrados y olvidados para siempre (Isaías 43:25).
 

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